Volcanes - Instituto Geofísico - EPN

Volcanes (292)

Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

El Sierra Negra es un volcán localizado en la Isla Isabela unos 23 km al NW de Puerto Villamil (Figura 1). Tiene una edad aproximada de 535 mil años, está dominado por un volcanismo basáltico (poca sílice, alto contenido de Mg, Fe y Ca). El edificio está construido principalmente por la acumulación de flujos de lava (AA y Pahoehoe). Se caracteriza por episodios eruptivos con erupciones de tipo fisural (circunferencial y radial) con conos satélites (salpicadura o escoria).

El Sierra Negra ha presentado 7 erupciones en los últimos 70 años, siendo las últimas las que ocurrieron en: 1979, 2005 y 2018. La erupción del 26 de junio de 2018 estuvo precedida por casi un año de persistente agitación, misma que estuvo caracterizada por el incremento en la sismicidad (magnitud y cantidad de eventos) y deformación (más de cinco metros de levantamiento desde la erupción de 2005). Finalmente una erupción de tipo fisural ocurrió en el borde externo de la caldera, hacia el norte y noroccidente. Esta erupción estuvo caracterizada por la emisión de flujos de lava, a través de hasta 5 fisuras, de las cuales la fisura 4 fue la más activa (Fig. 1). Esta erupción arrojó un aproximado de 189 ± 94 millones de metros cúbicos cubrió un área de aproximadamente 30.6 millones de metros cuadrados en un período de tiempo de 58 días de erupción (Vasconez et al., 2018). Actualmente, el volcán ha retornado a sus niveles de base en cuanto a sismicidad, sin embargo, se registra un nuevo proceso de inflación, lo cual sugiere el ingreso de nuevo magma (roca fundida a altas temperaturas) a su reservorio.

Trabajos de vigilancia en la caldera del Volcán Sierra Negra Isla Isabela (Galápagos), noviembre 2019

Figura 1.- Mapa de la última erupción del volcán Sierra Negra y de su ubicación geográfica. Note la ubicación de la zona de los campos fumarólicos de Minas de Azufre. Tomado de: Vasconez et al., (2018).
Miércoles, 04 Diciembre 2019 10:50

Informe Especial del Volcán Sangay N°6 – 2019

Actualización de la actividad eruptiva

Resumen
El volcán Sangay continúa con su actual fase eruptiva iniciada el 7 de Mayo de 2019 (un total de 211 días hasta la publicación de este informe). Gracias a la vigilancia sismo-acústica, se evidencia que la actividad interna es dominada por señales de movimientos de fluidos y explosiones. Durante el último mes se ha notado una pequeña deformación del volcán, probablemente debido al ingreso de nuevo magma en profundidad. Al nivel superficial se mantiene la actividad semi-continua desde dos centros eruptivos: el cráter Central y el vento Ñuñurco (suroriental). El cráter Central presenta actividad explosiva que genera pequeñas nubes de gas y ceniza. En el último mes las emisiones alcanzaron 2 km de altura sobre el cráter y se dirigieron frecuentemente hacia el nororiente con una alta variabilidad ocasionando pequeñas caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo, Morona Santiago y Azuay. Por otro lado, el vento Ñuñurco presenta actividad efusiva que resulta en una emisión casi continua de flujos de lava que se depositan a lo largo del flanco suroriental del Sangay. En los márgenes de los flujos de lava ocurren pequeños desprendimientos de rocas (flujos piroclásticos) que alcanzan la cuenca y cauce superior del Río Volcán. Estos depósitos causan pequeños represamientos temporales de agua en el río Volcán, los cuales son removilizados por lluvias formando flujos de lodo y escombros (lahares). La acumulación de sedimentos volcánicos en este río, que aguas abajo se une al río Upano, ha sido persistente durante los últimos meses (ver Informe Especial N°5). Últimamente, los depósitos de lahares llegaron a la confluencia con el río Upano, represándolo de manera parcial.

En base a los parámetros de vigilancia se evidencia que el proceso eruptivo continua sin presentar una clara tendencia al aumento o a la disminución. En consecuencia, se estima que el escenario más probable a corto plazo es que la actividad se mantenga con los mismos fenómenos observados hasta la fecha de publicación de este informe. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de una variación repentina en la actividad del volcán. El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional se mantiene atento al proceso eruptivo actual del volcán Sangay e informará oportunamente de darse alguna variación en su comportamiento.

Informe Especial Sangay N. 6 - 2019

Figura 1. Gráfico multiparamétrico de la actividad del volcán Sangay desde Mayo hasta el 1 de diciembre de 2019. a: actividad sísmica (número de eventos por día) detectada en la estación PUYO (fuente: IG-EPN); b: emisiones de SO2 (ton por día) detectadas por el sensor satelital Sentinel-5P (fuente: MOUNTS); c: altura de las nubes de ceniza (m sobre el nivel del cráter) detectadas por el sensor satelital GOES-16 (fuente: Washington VAAC); d: potencia de emisión térmica (megawatt) detectada por el sensor satelital MODIS (fuente: MODVOLC) y estimación del volumen de lava acumulado (millón de m3, líneas punteadas representan el rango de error).


Recomendaciones generales
No acercarse a las zonas de peligro del volcán Sangay; en caso de estar en zona de caída de ceniza protegerse con mascarilla, gafas de protección y limitar su exposición (más información: http://www.ivhhn.org/es/ash-protection); mantenerse informado de la evolución de la actividad eruptiva en la página web del Instituto Geofísico y en sus redes sociales Twitter, Facebook; seguir las recomendaciones de las autoridades de gestión de riesgos (SNGRE y GADs).

Actualización de la actividad eruptiva

Resumen
El volcán Sangay continúa con su actual fase eruptiva iniciada el 7 de mayo (un total de 190 días hasta la publicación de este informe). Se destaca que la actividad ocurre desde dos centros eruptivos: el cráter Central y el vento Ñuñurco (suroriental). El cráter Central tiene actividad explosiva que genera pequeñas emisiones de ceniza de hasta 3.2 km de altura sobre el cráter y que se dirigen frecuentemente hacia el occidente y suroccidente. Asociado a estas emisiones, en los últimos días se han reportado caídas de ceniza en los sectores de Cebadas y Guarguallá (provincia Chimborazo). Además, bloques balísticos son arrojados por las explosiones y se depositan en todos los flancos superiores del volcán. Por otro lado, el vento Ñuñurcu presenta actividad efusiva que resulta en una emisión casi continua de flujos de lava que se depositan a lo largo del flanco suroriental. En los frentes de los flujos de lava suelen ocurrir pequeños desprendimientos de rocas que alcanzan la cuenca y cauce superior del Río Volcán. Frecuentemente, estos depósitos son removilizados por lluvias formando flujos de lodo y escombros (lahares) en el Río Volcán. La presencia de sedimentos en este río, que aguas abajo se une al río Upano, ha sido persistente durante los últimos meses (ver Informe Especial N 4). En una inspección de campo llevada a cabo el 19 de octubre, se encontró un depósito de un lahar reciente a las orillas del río Upano. Además, se midieron valores de pH de 7.91, temperatura de 17.9C y conductividad de 179 uS/cm2 en el agua del en el río Volcán, siendo estos normales en comparación con otros ríos del Ecuador.

Recomendaciones generales: no acercarse a las zonas de peligro del volcán Sangay; en caso de estar en zona de caída de ceniza protegerse con mascarilla, gafas de protección y limitar su exposición (más información: http://www.ivhhn.org/es/ash-protection); mantenerse informado de la evolución de la actividad eruptiva en la página web del Instituto Geofísico y en sus redes sociales Twitter, Facebook; seguir las recomendaciones de las autoridades de gestión de riesgos (SNGRE y GADs).