Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.
Actividad del volcán de los días 5-6 y 11 de marzo
RESUMEN
Desde el 7 de mayo de 2019, el volcán Sangay presenta una actividad eruptiva catalogada como de nivel moderado a alto, con emisiones semi continuas de gases y ceniza, flujos de lava, flujos piroclásticos y lahares. El pasado 5 de marzo, a partir de las 22h00 Tiempo Local (TL) se registró un incremento importante de su actividad eruptiva durante aproximadamente 5.5 horas la cual se caracterizó por la formación de una columna eruptiva de más de 7 km sobre el nivel del cráter. La nube de ceniza se dirigió en dirección occidente- suroccidente y se reportaron caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo, Bolívar, Cañar, Los Ríos y Guayas. Después de este pulso, la actividad retomó los niveles previos, hasta la madrugada del 11 de marzo, cuando entre las 03h15 y las 06h00 TL, el volcán Sangay registró un nuevo incremento significativo en su nivel de actividad eruptiva. En esta ocasión, la columna eruptiva alcanzó cerca de 8.5 km sobre el nivel del cráter y la nube de ceniza se dirigió al occidente-noroccidente y también suroriente, provocando caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo, Bolívar, Tungurahua y Morona Santiago. Adicionalmente, debido a las corrientes de densidad piroclásticas (flujos piroclásticos) en el flanco sur-oriental del volcán y a las fuertes lluvias que han seguido, se ha reportado el descenso de lahares calientes en el Río Volcán alcanzando la confluencia con el Río Upano. Debido a las condiciones climáticas no se ha podido realizar observaciones directas.
Resumen
En base al análisis de las imágenes satelitales del 20 de septiembre de 2020 se puede concluir que la erupción empezó cerca de las 4h40 TL (Tiempo Local = UTC – 5 horas) y terminó cerca de las 6h10 TL. La nube de gas y ceniza alcanzó cerca de 15 km sobre el nivel del mar y la parte más cargada en ceniza, con una altura menor, se dirigió al occidente provocando caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo, Bolívar, Los Ríos, Guayas, Cañar y Santa Elena. La velocidad del viento fue de aproximadamente 15 m/s.
El trabajo de campo realizado sobre el depósito de la caída de ceniza permitió identificar que las zonas más afectadas se encuentran al occidente del volcán, con una intensidad máxima en la parroquia de Cebadas. La estimación de la masa y del volumen total emitido durante esta erupción es de 1,5-1,7 × 109 kg (1,5 – 3,4 millones m3), lo que permite calificarla con un índice de explosividad volcánica de 2.
En las próximas semanas se realizará un estudio de las muestras colectadas para completar la información obtenida.
Actualización – Disminución de la actividad eruptiva
Luego de la erupción registrada la madrugada del 20 de septiembre a las 04h20 – Tiempo Local (Figura 1 – a), el volcán Sangay ha registrado un retorno a los niveles de actividad eruptiva observados entre mayo 2019 y las primeras semanas de septiembre 2020. Los registros sísmicos aún muestran la ocurrencia de explosiones y emisiones de ceniza, pero mucho menos energéticas y similares a las observadas en los meses precedentes al evento del día 20 de septiembre, como se observa en el registro sísmico en la Figura 1 - b.
Incremento significativo en la actividad
Durante la madrugada del 20 de septiembre, el volcán Sangay ha registrado un incremento significativo en su nivel de actividad eruptiva. En especial, a partir de las 04h20 (TL) los registros sísmicos muestran la ocurrencia de explosiones y emisiones de ceniza mucho más energéticas que cualquiera de las observadas en los meses precedentes (Fig. 1). A partir de las 04h40, varias imágenes satelitales muestran una nube de ceniza de gran tamaño, ascendiendo hasta una altura probablemente superior a 6 km hasta 10 km sobre el cráter del volcán (Fig. 2a y 2b), con la parte más alta de la nube dirigiéndose al Este, mientras la parte baja se dirige al Occidente del volcán. Debido a las condiciones de clima y a la noche, no se han podido realizar observaciones directas.
Actualización de la actividad eruptiva
Resumen
El volcán El Reventador, se encuentra en un proceso eruptivo desde noviembre del 2002. Desde finales de junio del presente año ha presentado un ligero incremento en su actividad superficial. Este incremento está relacionado con la presencia de un domo de lava en la cumbre, un nuevo flujo de lava de 400 metros de longitud en el flanco nor-oriental y la ocurrencia de pequeños flujos piroclásticos (< 1km de alcance). Todos estos fenómenos están restringidos a las inmediaciones del cono joven. Además, la ocurrencia de columnas de emisión de ceniza y gases ha sido persistente a lo largo de estos años. Los cambios más significativos ocurren desde el mes de agosto con la emisión de flujo y domo de lava en la cumbre; este último podría incrementar la probabilidad de explosiones mayores, las cuales pudiesen destruir parcial o totalmente el domo y generar por consecuencia columnas de emisión de ceniza de mayor altura y la ocurrencia de flujos piroclásticos de mayor alcance. El Instituto Geofísico de la EPN se mantiene atento a cualquier cambio que ocurra en la dinámica eruptiva del volcán El Reventador y alertará oportunamente a la comunidad y autoridades.
Antecedentes
El Reventador está ubicado aproximadamente a 90 kilómetros (km) al este de la ciudad de Quito y actualmente junto al Sangay son los volcanes que se mantienen en erupción en el Ecuador. El Reventador es un estratovolcán cuya cumbre alcanza los 3600 metros sobre el nivel del mar. Su erupción paroxismal del 3 de noviembre de 2002 es considerada la mayor erupción en territorio ecuatoriano del siglo pasado, categorizada como subpliniana con un Indice Volcánico de Explosividad (VEI) de 4 [Hall et al., 2004]. Durante dicha erupción gran parte de la cumbre fue destruida, reduciendo su altura en casi 100 metros y creando un gran cráter de aproximadamente 480 metros de diámetro. Luego de la erupción paroximal el comportamiento del volcán ha sido variable, desde erupciones efusivas con la emisión de varios flujos y domos de lava a erupciones más explosivas con la generación de columnas eruptivas y flujos piroclásticos. El nivel de actividad ha sido también variable a lo largo de estos años. Actualmente, el cráter dejado por la erupción de 2002 ha sido rellenado y el cono se ha reconstruido por completo. La actividad reciente del volcán desde noviembre de 2016, ha sido típicamente alta con un régimen explosivo, y esto persistió hasta enero de 2017. Durante el mes de mayo de 2017, mientras los ventos de la cumbre continuaban su actividad explosiva (aprox. una explosión cada hora), se identificó un nuevo tercer vento que producía flujos de lava en el flanco noreste, a unos 70 metros por debajo de la cumbre. En junio de 2017, El Reventador experimentó su mayor nivel de actividad en más de 10 años, caracterizada por la rápida efusión del mayor flujo de lava desde 2008, que alcanzó casi 3 km. Una parte del flanco NO del edificio se derrumbó en abril de 2018 (Fig. 1), destruyendo nuevamente una gran parte de la cima y formando un nuevo gran cráter, abierto al norte-noroeste, al menos tres nuevos ventos dentro de la cicatriz del colapso muestran cuan rápidos son los cambios, dando como resultado un cono intrínsecamente inestable. A la fecha de emisión de este informe, el edificio ha sido nuevamente reconstruido a una altura similar o ligeramente superior a la anterior a 2002.
Incremento de actividad volcánica
Resumen
En las últimas dos semanas se ha observado un leve incremento de la actividad eruptiva superficial en el volcán El Reventador ubicado entre las provincias de Napo y Sucumbíos. La actividad está caracterizada por la generación de columnas eruptivas y corrientes de densidad piroclástica (CDP o flujos piroclásticos) generados desde el cráter del volcán, los que se dirigen de manera preferencial hacia sus flancos occidental, norte y nororiental del edificio volcánico, manteniendo sus depósitos al interior del anfiteatro. Esto se ha confirmado por la presencia de anomalías termales en el flanco oriental detectadas por la cámara infrarroja localizada en el flanco nororiental, mientras que a través de sensores termales satelitales (FIRMS, MIROVA) es posible detectar actividad en el flanco occidental. Las alturas de las emisiones de gas y ceniza alcanzan entre 0,7 y 1,3 km sobre el nivel del cráter y se extiende a varios kilómetros hacia noroccidente, occidente y suroccidente del volcán.
Comparaciones relativas de las amplitudes sísmicas entre las explosiones con y sin flujos piroclásticos asociados muestran que las explosiones con flujos piroclásticos son más energéticas sísmicamente, lo que lleva a realizar un cambio en el nivel de actividad superficial.
En consecuencia, la actividad del volcán El Reventador se califica actualmente como ALTA con tendencia Ascendente; sin embargo, es importante destacar que esta variación no supera los niveles observados en el volcán para los últimos meses y años.
Gracias a la gestión realizada por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG EPN) pudo contar con el apoyo logístico del Grupo de Aviación del Ejército No. 45 Pichincha, para realizar un sobrevuelo de vigilancia al volcán Sangay (Fig. 1) el día 24 de junio del 2020. Varios objetivos se plantearon, entre ellos podemos mencionar: control de actividad superficial, evaluación de cambios morfológicos, termografía y medición de gases volcánicos. Gracias a este trabajo, se pudieron obtener valiosos datos que ayudan al estudio de la actividad del volcán.
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