Anomalías sísmicas
RESUMEN
El 5 de junio del presente año se registró un incremento en el número de eventos sísmicos tipo VT (generados por el fracturamiento de rocas). Este enjambre se reportó en el informe especial publicado el 22 de Junio de este año. Esta actividad ocurrió en la forma de un enjambre (varios sismos de magnitudes similares producidos en un período corto de tiempo) que se localizó al nororiente, fuera del edificio volcánico, y muy cerca de uno de los sistemas de fallas más activos que cruzan el Ecuador (Sistema de fallas Chingual).
Esta actividad fue disminuyendo progresivamente retornando al nivel de base durante el mes de Agosto. A partir del inicio del mes de Septiembre se observó nuevamente un incremento leve pero progresivo que ha sido más marcado en las últimas semanas.
En los últimos días se registraron varios eventos volcano-tectónicos. En particular el 14 de noviembre se registró un sismo de magnitud 3.3 que se localizó bajo el volcán y el día 27 ocurrió otro sismo de magnitud 3.6, también bajo el volcán y que se sintió levemente en las zonas altas del edificio. Estos dos eventos son particularmente anómalos debido a su magnitud. Con el sismo ocurrido el día 27, se presentó un enjambre de sismo volcano-tectónicos, que tuvo una duración de 2 horas. La sismicidad ha continuado pero con menor intensidad, sin retornar a su nivel de base. La ubicación de los sismos, desde septiembre, cambió con respecto a lo observado en junio, ya que la mayoría se ubican directamente bajo el volcán. Esta migración de la sismicidad es algo que se ha observado en otros sistemas volcánicos, en ocasiones, previo al inicio de un periodo de actividad eruptiva, como por ejemplo en el volcán Guagua Pichincha en 1998-1999. Sin embargo es necesario indicar que este tipo de actividad con migración de eventos, no necesariamente termina en erupción, como por ejemplo Cotopaxi, 2001.
Adicionalmente, en este último periodo se han recibido reportes de andinistas sobre un incremento del olor de azufre que se percibe mucho más fuerte que en meses anteriores.
Dadas las características de la actividad actual, lo observado podría estar relacionado con una perturbación del volcán, posiblemente con una componente magmática que estaría alterando el sistema hidrotermal. Si esta perturbación se mantiene en los mismos niveles, podría desencadenar en el futuro (meses) una erupción pequeña, de características similares a la que presentó el volcán Cotopaxi en el año 2015.
El otro escenario posible es que esta actividad anómala regrese al nivel de base, en cuyo caso la probabilidad de que se produzca una erupción sería muy remota.
Estos escenarios pueden cambiar en el tiempo en función de los datos de monitoreo que se sigan registrando en el volcán. La evolución de estos escenarios será presentada mediante informes especiales que se seguirán emitiendo de acuerdo a la actividad del Cayambe.