El Comercio, 14 de diciembre de 2010
Mientras el volcán se mantiene con una actividad calificada por los técnicos como tranquila, más de 600 familias en las zonas próximas al coloso están desesperadas.
Los sembríos siguen afectados por la ceniza, tras la nueva reactivación del Tungurahua el 22 de noviembre pasado, y el pasto para el ganado y los animales menores (cuyes, conejos, gallinas) no abunda.
Por eso, hoy, a partir de las 19:00 se realiza una reunión en el reasentamiento La Paz, en Pelileo, para buscar una solución a largo plazo para los habitantes de las zonas próximas al volcán como: Cusúa, Chacauco, Bilbao (Chimborazo), Pillate y San Juan.
Para el alcalde de Pelileo, Manuel Caizabanda, la entrega estatal de heno, rechazo de plátano y la construcción de los reasentamientos en Pelileo, Río Blanco y Penipe ayudaron a las familias.
“Sin embargo, llegó el momento de solucionar también el problema que ocasiona periódicamente la ceniza a los cultivos y al ganado. Se habla de que el volcán seguirá activo cuatro años más. Por eso, vamos a proponer la búsqueda de una hacienda para sembrar y criar el ganado de la gente que vive en las zonas de riesgo”, señaló Caizabanda.
A la reunión fueron invitados María del Pilar Cornejo, secretaria nacional de Gestión de Riesgos. Además, el vulcanólogo Patricio Ramón, jefes policiales y del Ejército y representantes de las comunidades y autoridades de las parroquias y cantones de ambas provincias.
En la parroquia Cotaló, refiere Juan Martínez, presidente de la Junta Parroquial, la producción de leche se redujo en un 30%. “Antes de la nueva reactivación del coloso, sacábamos 2 500 litros diarios. Hoy, apenas se supera los 1 600litros”, dijo Martínez.
En las comunidades, los pequeños ganaderos están desesperados. En los últimos 21 días, las explosiones prolongadas del volcán han arrojado ceniza que el viento se encargó de llevar hacia todos los cantones de Tungurahua.
En Baños, Rosa Masaquiza se quejó porque una capa de ceniza blanca ha cubierto los pastos. “Los animales se enferman cuando comen la hierba contaminada. Ni la lluvia logra limpiar la vegetación. Es un lío preocupante”.
Para paliar, en parte, la necesidad de los ganaderos el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) entregó la semana anterior 1 250 pacas de heno en las comunas más afectadas. Según Fabián Valencia, director de esta institución en Tungurahua, a lo largo de esta semana se repartirán 7 000 sacos de balanceado.
“La primera entrega se realizó a Cotaló el domingo último. Fueron 1 100 sacos de balanceado de 40 kilos cada uno para el ganado vacuno. Se beneficiaron los habitantes de Pillate, San Juan, Laurelpamba, El Centro, Chacauco, Cusúa, Mucuví, San José las Queseras y Panguilí”, dijo Valencia.
Por ahora, no se ha previsto una evacuación del ganado. Los comuneros no lo desean. Pero si eso llegara a ocurrir hay cuatro sitios: La Paz, los estadios de Cotaló y Pelileo y la hacienda Guadalupe.