El Centro de Ingeniería Estructural Englekirk es uno de los dos únicos en el mundo capaces de simular cualquier terremoto que ha ocurrido en el planeta. Sólo existe otro en Japón que cuenta con la tecnología necesaria para construir una estructura de cuatro plantas y hacer que se mueva.
Cada proyecto puede costar hasta cinco millones de dólares.
El financiamiento llega por parte del gobierno de California y empresas privadas interesadas en la nueva tecnología de la construcción. Aquí utilizan una goma de caucha que se coloca en la base. El edificio se mueve, pero sin importar la intensidad, ni su exterior ni su interior se colapsa.
Rodrigo Astroza, maestro en ingeniería de sismos de este lugar, dijo que en Latinoamérica entre el 10% y 20% del presupuesto de construcción se invierte en infraestructura, mientras el resto se gasta en diseño interior, con lo cual se tienen edificios débiles susceptibles a daños o derrumbes durante los terremotos.
Durante la visita organizada, recorrida por la Fundación Ealy Ortiz A.C. y el Instituto de las Américas, Astroza comentó que la escala de Richter ha sido rebasada, debido a que se ideó a principios de 1900 y no alcanza a medir la dimensión total del siniestro.
"Un edificio no puede colapsar por ningún motivo, si lo hace es un problema de las construcciones, son denuncias que se deben hacer de manera legal", agregó.
Explicó que la región es susceptible a estos siniestros por la ubicación de las placas tectónicas y las fallas terrestres. En Chile, en 2010, la energía liberada fue de un millón de bombas atómicas como la de Hiroshima, "la intensidad varía con la distancia al epicentro y con el tipo de suelo", señaló.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/notas/855091.html