Noticias - Instituto Geofísico - EPN

CIEP/DICYT Durante estos meses el investigador residente del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), Doctor en Ecología y especialista en el estudio de los ríos y aguas subterráneas, Brian Reid, se encuentra realizando una investigación tendiente a identificar los impactos de la erupción del volcán Hudson en las cuencas de los ríos que se vieron afectados por la actividad volcánica de agosto del año 1991.

Los ríos que se están estudiando son el Ibáñez, el Murta y sus principales afluentes, así como el Lago General Carrera debido al aporte de nutrientes que esta masa lacustre aporta al mar. Una de las aristas importantes, que se ha podido determinar en lo que lleva esta investigación, guarda relación con el contenido de sílice en estos cursos de agua.

Hasta el momento se ha identificado un alto porcentaje de sílice en las aguas de estos causes, lo que es muy importante para el desarrollo de algunas microalgas como las diatomeas que tienen su organismo recubierto de este elemento. Estas algas microscópicas son de gran importancia, ya que son la base de las cadenas alimenticias en el océano y en aguas dulces. Por otra parte, son consideradas como buenas indicadoras de la calidad del agua.


Frente a la importancia que tiene estudiar los cursos de agua, Brian Reid, señaló que “cuando uno va al hospital, para saber el estado de salud realizan un examen de sangre, es lo mismo en los ríos; son como la sangre de la cuenca. Los niveles de nutrientes son proporcionados por los materiales que acarrea el río y es lo que indica la salud de la cuenca, y ese es el precepto que me hizo comenzar este estudio”, indicó.


También como lo explica Reid, es importante tener datos sobre los flujos de agua específicamente en río Murta, que los últimos años ha tenido una de las crecidas más grandes que inundó el pueblo. Para esto es vital entender en ciclo hidrológico (ciclo del agua) a través de la lluvia, los suelos, los humedales, cursos tributarios de agua, etc.


Finalmente, indicó que finalizada la investigación, pretende trabajar integrando y fomentando la participación con los colegios en Puerto Ibáñez, Cerro Castillo y Bahía Murta compartiendo datos y realizando talleres en conjunto con los profesores, explicando el ciclo hidrológico y dando a conocer cómo funcionan sus ríos y lagos en relación a los nutrientes, y la importancia que estos tienen para la vida.

Fuente: http://www.dicyt.com/noticias/cientifico-del-ciep-investiga-efectos-de-erupcion-del-volcan-hudson-en-rios-de-zona-afectada

Para monitorear la actividad de los volcanes normalmente se utilizan estaciones permanentes y temporales que transmiten información a un centro oficial. El volcán Tungurahua, cuyo último periodo eruptivo se inició en 1999 y tuvo episodios violentos en el 2006, 2008 y 2010, cuenta con seis estaciones sísmicas de banda ancha y cinco estaciones de período corto.

Ahora los investigadores nacionales y extranjeros pretenden cambiar esta normatividad y evolucionar la comunicación de las estaciones a través de 500 sismógrafos que realizarán tomografías en tiempo real en el volcán.

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica del Ecuador (EPN), la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad Estatal de Georgia y la Universidad de Carolina del Norte ganaron el concurso de Cyber Enabled Discovery and Innovation (CDI), de la Fundación de Ciencias de Estados Unidos, con el programa denominado Volcano Seismic Realtime Imaging (SRI).

La Universidad de Michigan y la Universidad de Georgia se encargarán del trabajo de programación, mientras que Universidad de Carolina y la EPN realizarán el análisis y monitoreo.

Para el doctor Mario Ruiz, jefe de sismología de la EPN, el objetivo del programa no tiene precedentes, ya que ningún volcán en el mundo cuenta con el número de sismógrafos propuestos.

¿Y por qué el Tungurahua? El profesor de sismología de la Universidad de California del Norte en Chapel Hill, Jonathan Lees, sonríe al decir que el Tungurahua es más interesante que otros volcanes porque está en erupción y tiene un sistema moderno de monitoreo. La EPN investiga al volcán desde hace más de 10 años.

¿Qué significa tener 500 sismógrafos en el volcán? Lees responde con una analogía: es como realizar una resonancia magnética a un paciente; a través de los rayos enviados se analizan los tejidos. De la misma manera se hará con el volcán. El objetivo es controlar el cambio de propiedades de materiales cuando el magma sube por las grutas durante la actividad volcánica.

Lees dice que los sismógrafos clasificarán e identificarán los tipos de materiales dependiendo de la velocidad en que se propaguen las ondas. Las características del material son indispensables para analizar el volcán. El objetivo de que las estaciones se comuniquen entre sí logrará que estas compartan la hora y la velocidad en que llegan las ondas para que puedan procesar la información.

Volcano SRI tiene una duración de cuatro años, por lo que las adaptaciones de los sismógrafos en el campo serán a inicios del 2015. ¿Por qué no ahora? Lees y Ruiz explican que al colocar las estaciones ahora, el sistema de transferencia colapsaría.

El objetivo es que el procesamiento se realice en el mismo sitio. Lees comenta que cada estación deberá recolectar los datos y procesarlos internamente. Para esto deberán compartir la información con las demás estaciones. ¿Cómo lograrlo? Durante dos años los investigadores desarrollarán algoritmos que permitan su comunicación.

Fuente:

http://www.elcomercio.com/tecnologia/volcan-Tungurahua-vestira-sismografos_0_745125547.html

Martes, 31 Julio 2012 14:44

El reto de anticipar los terremotos

El desastre de Fukushima hubiera sido otro en caso de haberse podido anticipar el terremoto de 9 grados de magnitud que el 11 de marzo de 2011 sacudió Japón. Los seísmos son imposibles de evitar, pero, conociendo cuándo sucederán, se pueden salvar cientos de miles de vidas.

Los científicos siguen buscando el sistema que les permita adelantarse a los temblores. La gran esperanza se centra en el espacio y los datos recabados por los satélites. Rusia aseguró esta pasada semana que está cerca del objetivo. Afirma que la red de satélites de su sistema de navegación Glossnat –similar al GPS estadounidense o al Galileo europeo- puede captar diversos cambios atmosféricos que preceden a los terremotos. Y eso a pesar de no estar diseñado para ello. En concreto, los rusos señalan que el movimiento de la corteza terrestre provoca efectos en la ionósfera y un aumento de la radiación infrarroja. Indican incluso que antes del devastador temblor en Japón se recogieron datos que lo anticipaban, pero que en ese momento no se supieron interpretar.

La NASA también ha dedicado tiempo y dinero a detectar los seísmos. La agencia estadounidense explica que «la furiosa energía que liberan se acumula con meses y años de anticipación, en forma de tensiones de la corteza terrestre». Sin embargo, confiesa que «por el momento, los pronosticadores no tienen una forma directa de observar estas tensiones o de detectar cuando alcanzarán niveles críticos».

Sin embargo, al igual que los rusos, cree que los satélites podrían ofrecer pronto una solución al problema y ser capaces de detectar señales de un terremoto inminente días o semanas antes de que ocurra, dando a las autoridades tiempo para prepararse. «En veinte años podríamos decir que en un determinada falla las posibilidades de que se produzca un seísmo a lo largo de un determinado mes es del 2%, el 20% o el 50%», prevé la NASA. Los métodos actuales de observación permiten ciertos vaticinios de que se produzca un terremoto, aunque estos se enmarcan en plazos de varias décadas.

El uso de animales

Un estudio de la NASA señala que algunos animales son capaces de adelantar los temblores. La investigación sobre el seísmo registrado en la ciudad italiana de L'Aquila en 2009 descubrió que el 96% de los sapos machos de una comunidad de la zona habían huido del lugar cinco días antes de la catástrofe. Se cree que de alguna forma pudieron percibir la liberación de gases y partículas cargadas del interior de la Tierra.

Hasta ahora solo un terremoto ha sido previsto con la suficiente anticipación. Se produjo en la ciudad china de Haicheng en 1975 y fue de 7,3 grados de magnitud. En esa ocasión el epicentro se fue trasladando lentamente a la ciudad dando señales de lo que se avecinaba. Las autoridades procedieron a la evacuación y pese a que el temblor destruyó un 50% de los edificios de la urbe solo se registraron 250 víctimas. Por desgracia los terremotos por ahora no son como las tormentas. No se pueden predecir, quizá en un futuro próximo sí lo sean.

Fuente: http://www.abc.es/20120728/ciencia/abci-reto-anticipar-terremotos-201207281323.html

30 de julio de 2012

A las 00:19 (Tiempo local) de hoy, 30 de julio de 2012, la Red Nacional de Sismógrafos (RENSIG) y de Acelerógrafos (RENAC) del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) registraron un evento sísmico en la zona costera de la provincia de Santa Elena.

Según la modelización por inversión de formas de onda el sismo se localiza en 1,984 grados Sur y 80,804 grados Oeste, a una profundidad de 29.4 Km y con una magnitud momento de 4,9 (Mw). De acuerdo a los mencionados resultados y al mecanismo de ruptura de la fuente (como se observa en la figura), este evento respondería a un  fallamiento de la corteza oceánica.

Parámetros sísmicos obtenidos con la modelización de formas de onda. Realizado por S. Vaca (IGEPN)

Las aceleraciones máximas del terreno registradas en las estaciones acelerográficas instaladas en la costa son de 1.3% de la gravedad en el componente horizontal Este - Oeste en la estación de La Libertad, 0.1% de la gravedad en la componente horizontal Norte - Sur de la estación de Milagro, 0.1% de la gravedad en la componente horizontal  Norte - Sur en la estación localizada al norte de Guayaquil, 0.18% de la gravedad en la componente horizontal Este - Oeste en la estación Quevedo y 0.17% de la gravedad en la componente horizontal Este - Oeste en la estación Manta. Estos valores de aceleración son considerados pequeños.

De acuerdo a los reportes recibidos en el centro de monitoreo del IGEPN, el sismo fue sentido en poblaciones ubicadas en la zona Costera del Ecuador sin causar daños.

LT/SV/JCS/MS/MR

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

11:00 (tiempo local)

La semana anterior personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional instaló la siguientes intsrumentación en las provincias de Chimborazo, Cañar y Loja:

  • Una  estación sísmica de banda ancha en el sitio de Tambohuasha en el flanco sur del volcán Chimborazo. Esta estación es parte de la red de monitoreo sísmico del volcán Chimborazo y además aporta con información sobre la sismicidad local de la zona regional.
  • Una estación sísmica de banda ancha al norte de la población de Alausí, cuyo objetivo es monitorear y obtener mayor información de la sismicidad de la zona central del Ecuador.
  • Un acelerógrafo en la ciudad de Azogues, gracias al apoyo de la Universidad Católica sede Azogues, que permitirá tener información de la respuesta local de los suelos ante eventos sísmicos y registrar los valores de aceleración (movimientos fuertes) en esta población.
  • Una estación multiparamétrica en la zona del Tablón, cantón Saraguro de la provincia de Loja, que consiste de un sensor sísmico de banda ancha y un acelerómetro. Este equipo contribuirá a complementar la red de monitoreo sísmico en la parte sur del país, y la información obtenida aportará al conocimiento de las fuentes sísmicas y su potencial en la zona austral del Ecuador.

Detalle de la estación sísmica en la zona norte de Alausí. Fuente: S. Vaca - IGEPN

Detalle de la estación sísmica en la zona de Tambohuasha. Fuente: S. Vaca - IGEPN

La instalación de la instrumentación mencionada forma parte de del proyecto de "Fortalecimiento del Instituto Geofísico: ampliación y modernización del Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología" financiado por el SENESCYT.

LT/SV

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

18:00 (tiempo local)