Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.
Como parte del monitoreo del complejo volcánico Chiles-Cerro Negro, entre el 8 al 11 de noviembre de 2016 un equipo de técnicos del Instituto Geofísico (IG-EPN) realizaron mediciones de parámetros físicos y toma de muestras de agua en las fuentes termales aledañas al complejo. Se visitó las fuentes termales de: Potrerillos, El Artesón, Aguas Hediondas y Aguas Negras. Además se hicieron mediciones en la zona conocida como “Lagunas Verdes”.
Actualización de la actividad del volcán
Resumen
Luego del Informe Especial Nº9 publicado el 4 de Octubre de este año. La actividad interna del volcán Tungurahua ha llegado hasta un nivel bajo y a nivel superficial prácticamente a nulo a excepción de una intermitente y leve actividad fumarólica en el flanco nor-oriental (Fig. 1).
En base a los datos de monitoreo y observaciones directas, se estima que una reactivación del Tungurahua en un mediano plazo (semanas a meses) es poco probable. Sin embargo, en base a la rapidez de los cambios de actividad del Tungurahua en los últimos años, es importante mantenerse atentos a cualquier variación en los parámetros de monitoreo. Vale remarcar que las erupciones volcánicas son impredecibles y que los escenarios aquí planteados pueden cambiar en función de la actividad del volcán y del análisis de los datos provenientes del monitoreo instrumental y visual.
Sismicidad, Deformación y Emisiones de SO2
La actividad sísmica del volcán Tungurahua está catalogada como baja y se caracteriza por pocos eventos LP (movimiento de fluidos) y VT (fracturación de roca) en un promedio de un evento/día. Por otra parte, la deformación muestra una tendencia inflacionaria en la estación de Retu (más cercana al cráter del volcán) con una variación neta de 72 urad para esta semana a una tasa de 15 urad/día (Fig. 2), misma que en el transcurso de los días se ha ido estabilizando.
Valores bajos de emisión de SO2 con un promedio de 300 ton/día sumada a las pocas medidas válidas ratifican la actividad baja que presenta el volcán.
Observaciones Visuales
Las condiciones de observación han sido mayormente favorables. Se ha observado leve a nula actividad fumarólica durante estas últimas semanas. Adicionalmente se realizó un sobrevuelo en el que se midieron temperaturas máximas de 51,3 °C en el cráter del volcán (Fig. 3)
Escenarios Eruptivos
Se consideran los siguientes potenciales escenarios a mediano plazo (semanas a meses):
Estos escenarios podrán ser cambiados de acuerdo a la evolución de la actividad del volcán y del análisis de los datos provenientes del monitoreo instrumental y visual. El IGEPN mantiene una vigilancia permanente en el centro TERRAS (Quito) y en el Observatorio del Volcán Tungurahua.
FJV, BB, AA
Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT)
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
El día 17 de octubre del año en curso fue posible realizar un sobrevuelo de monitoreo a los volcanes activos Cotopaxi y Tungurahua, como parte del monitoreo continuo que efectúa el Instituto Geofísico, en coordinación con el Ministerio Coordinador de Seguridad quién apoyó logísticamente con un sobrevuelo en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (TWIN OTTER, FAE-448), desde el aeropuerto de Latacunga en la Prov. de Cotopaxi, siguiendo la ruta que se muestra en la Figura 1.
VOLCÁN COTOPAXI
Observaciones visuales
Las condiciones bajo las cuales se efectuó el vuelo fueron favorables, ya que el volcán se encontraba mayormente despejado. Durante la aproximación se observó que del cráter se emitía de forma pulsátil, una columna de gas sin contenido de ceniza y muy poco energética, misma que no superaba el borde del cráter del volcán (Figura. 2).
Al llegar al volcán se pudo notar que se habían producido recientes caídas de nieve, las cuales suavizaban la topografía anterior del glaciar, sin embargo no se observó en el mismo los rasgos de deterioro que habían sido evidentes a finales del año 2015, luego de la actividad eruptiva del 14 de agosto del mismo año; es decir, las grietas aparentemente no se están haciendo más grandes y tampoco han incrementado su número. En el flanco occidental del volcán se pudo apreciar que se habían generado una serie de deslizamientos o desprendimientos, ocasionados por la fusión del glaciar, producto del cambio de albedo de la ceniza re-depositada por la remoción eólica de la misma; estos deslizamientos no alcanzan mayores distancias y se restringen a una altura aproximada de 5200 msnm (Figura. 3).
Por otro lado, a diferencia de lo que se observó a partir del vuelo efectuado el 3 de septiembre 2015, en esta oportunidad ya no se verificó la presencia de agua y humedad saliendo de los frentes de las lenguas terminales del glaciar, ni tampoco de los delgados hilos de agua descendiendo por los flancos (Fig. 2); posiblemente indicando que el incremento de fusión de los glaciares ya no está ocurriendo al momento o que este es mucho menor.
Monitoreo Térmico
Las condiciones de vuelo permitieron efectuar imágenes térmicas de la mayoría de anomalías termales reconocidas en el volcán. De manera general las imágenes térmicas muestran que los flancos superiores del volcán se encuentran a temperaturas inferiores a lo que se observaba en meses anteriores (Fig. 4). Al igual que lo observado durante los vuelos del 31 de agosto y 3 de septiembre de 2015, en esta oportunidad también fue posible observar en las imágenes térmicas, las pequeñas anomalías en los flancos E y SE, la más caliente mostró una TMA = 20,1 °C y que seguramente corresponden a actividad fumarólica (Fig. 4). Las anomalías térmicas en los flancos del volcán fueron más claras en el flanco oriental con valores TMA variables entre 21,6 °C y 39,1 °C, para el flanco sur la mayor TMA calculada fue de 38,4 °C (Fig. 5). Las temperaturas máximas aparentes (TMA) medidas en el interior del cráter están relacionadas a los gases calientes que se emiten desde el interior del vento cuya TMA medida es de 96,6 °C (Figs. 4 y 5). En conclusión, se estima que las temperaturas en los flancos del volcán han disminuido respecto a los meses anteriores (Fig. 5); lo cual estaría ocasionando que el incremento de la fusión del glaciar, por arribo de fluidos calientes a la superficie del edificio, haya disminuido o se haya detenido.
VOLCÁN TUNGURAHUA
Observaciones visuales
El volcán se mostró despejado en su parte alta, lo cual permitió la observación directa y la obtención de imágenes térmicas en la zona del cráter (Figura. 6). No se observó actividad en ninguno de los campos fumarólicos.
Monitoreo Térmico
En el análisis de las imágenes térmicas se pudo identificar la mayor parte de las anomalías del cráter del volcán. Los valores de temperatura máxima aparente (TMA) más elevados se localizaron en la zona del cráter interno (TMA = 51,3 °). Las fumarolas del borde suroccidental y sur presentaron valores de TMA de 31,9 °C y 38,2 °C respectivamente. En los campos fumarólicos localizados en el borde interno de la cumbre máxima al norte del volcán, se pudieron calcular TMA variables entre 37,1 °C y 22,6 °C. Todos estos valores son están relacionados más que nada con la actividad fumarólica que el volcán presente en este estado de su actividad (Figura. 7).
MA, PR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
El Laboratorio Conjunto Internacional Sismos y Volcanes en los Andes del Norte “LMI-SVAN”, tuvo su reunión de evaluación del 11 al 13 de Octubre en el Hemiciclo de la Escuela Politécnica Nacional. Durante este encuentro se presentaron 40 charlas y 5 posters sobre los avances más relevantes de este Laboratorio en los últimos cuatro años. Investigadores franceses y ecuatorianos tuvieron nuevamente la oportunidad de intercambiar experiencias y planificar las próximas investigaciones científicas en los ámbitos de la Sismología, Vulcanología, Geodinámica y Neotectónica en función de los resultados obtenidos y las preguntas que aun quedan por responder.
En esta oportunidad se encontraron también los comités de seguimiento y evaluación que están compuestos por científicos extranjeros y nacionales experto en la temática del LMI y en el manejo de proyectos de investigación inter-universitarios.
El LMI SVAN ha solicitado una prolongación de las acciones conjuntas por cinco años más. La decisión sobre su renovación será emitida en las próximas semanas.
Evaluación de la actividad del volcán y análisis de la posibilidad de reactivación de corto a mediano plazo (próximos días a semanas)
Resumen
Como se mencionó en los Informes especiales N°7 y N°8, desde el 12 de septiembre de 2016 se ha registrado un incremento evidente del número de sismos LP, y la aparición de pequeños episodios de tremor a partir del 16. El 18 de septiembre se observó un enjambre de 24 LP entre las 4h08 y las 4h24 (tiempo local). Adicionalmente, el 24 de septiembre a las 14h00 (tiempo local) se registró un incremento en la actividad sísmica interna del volcán con un aumento claro en el número de sismos LP’s y episodios de tremor en zonas cercanas al cráter. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones anteriores, este incremento de la sismicidad no resultó en una actividad volcánica en superficie.
El 1 de Octubre se registró un episodio de tremor que duró aproximadamente una hora. El número de sismos LP y VT se mantiene fuera del nivel base y en consecuencia se considera que la actividad interna está en un nivel moderado con una tendencia descendente.
En base a los recientes cambios observados en la actividad sísmica del volcán, se estima que una reactivación del Tungurahua en un plazo corto a mediano (días a semanas) es posible y se consideran los mismos escenarios eruptivos potenciales: 1) una reactivación rápida, de estilo vulcaniano, con una gran columna eruptiva y flujos piroclásticos; que corresponde al escenario más probable, y 2) una reactivación paulatina, de estilo estromboliano, con explosiones moderadas y caídas de ceniza principalmente.
Sismicidad
Desde el 27 de Septiembre hasta el día de hoy, la actividad sísmica en el volcán se ha mantenido moderada. Durante este periodo, se han registrado entre 1 y 8 eventos de tipo LP por día, y entre 0 y 3 eventos tipo VT por día. El día Sábado, 01 de Octubre, se registró un episodio de tremor que duró aproximadamente 1 hora (Figura 1).
Desgasificación
No se observan cambios en los últimos días para el flujo diario máximo de SO2 como tampoco para el número de medidas válidas. Los dos indicadores se encuentran en el nivel de base y podrían indicar que el conducto se encuentra cerrado luego de la erupción de febrero-marzo 2016.
Observaciones visuales
Durante los últimos días, las condiciones de observación visual han sido variables. Cuando el volcán ha permanecido despejado, se ha observado leve actividad fumarólica en el borde del cráter (Figura 3).
La baja desgasificación podría indicar un taponamiento del conducto que impide el paso hacía el exterior de los gases magmáticos. Tomando en cuenta que la actividad sísmica se mantiene por encima del nivel de base se considera que una reactivación de corto a mediano plazo (próximos días a semanas) es posible.
Escenarios eruptivos
Se mantienen los escenarios propuestos en los informes N°7 y N°8 que podrían ocurrir de corto a mediano plazo (próximos días a semanas):
Es importante notar que las erupciones volcánicas son por naturaleza impredecibles y que la actividad del volcán también puede regresar a los niveles de base sin que se produzca ninguna erupción.
Estos escenarios podrán ser cambiados de acuerdo a la evolución de la actividad del volcán y del análisis de los datos provenientes del monitoreo instrumental y visual. El IGEPN mantiene una vigilancia permanente en el centro TERRAS (Quito) y en el Observatorio del Volcán Tungurahua.
SH, SA, AC, MR, JM, PR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Nota aclaratoria
El trabajo realizado durante esta visita al cráter del volcán Guagua Pichincha se realizó por profesionales experimentados bajo normas de seguridad estrictas con equipamiento de protección personal y contacto permanente vía radio con el centro TERRAS del Instituto Geofísico. No se recomienda el descenso al volcán.
Resumen
El miércoles 21 de septiembre del 2016, un equipo de técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) y del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD, Francia) realizó trabajos geológicos en el cráter del volcán Guagua Pichincha. Los objetivos de la misión fueron: medir la temperatura y la concentración de CO2 en los diferentes campos fumarólicos, muestrear azufre nativo y rocas del domo de la última erupción, y realizar varias fotografías y videos del domo Cristal mediante el uso de un drone.
La temperatura máxima de las fumarolas fue de 86,3°C, medido en la fumarola de muestreo, asociada al sistema hidrotermal del volcán. En general se pudo observar un aumento del CO2 al entrar en las zonas de fumarolas. Sin embargo, en la fumarola llamada “locomotora” se midió un valor anómalo de ~ 65 000 ppm. Es necesario realizar medidas adicionales para confirmar o no la presencia de este gas en altas concentraciones en este sector. Afuera de las zonas de fumarolas, los valores de CO2 están dentro de lo normal. Las fotografías tomadas con drone no revelaron cambios en las estructuras conocidas del volcán.
Recorrido
El grupo salió a las 4h45 de la mañana del Instituto Geofísico en dirección a Lloa y llegó al refugio del volcán Guagua Pichincha a las 6h00. Las condiciones climáticas eran óptimas para realizar el recorrido (Fig. 1). Al domo Cristal se llegó a las 7h30 (Fig. 2). En primer lugar, se trabajó en la fumarola de muestreo (Fig. 3) para instalar el medidor de CO2 y medir la temperatura de la misma. Luego sobre el domo se tomaron imágenes con el drone. A las 10h00 se recuperó el medidor de CO2, y se tomó una muestra de azufre nativo. Se realizó una visita al domo formado en la última erupción en el año 2000. Durante el trayecto se realizaron medidas de CO2 y de temperatura de varias fumarolas. En este domo se tomó una muestra de roca. Se tomaron datos de la fumarola “Locomotora”, pasando por el campo de fumarolas alineadas. (Fig. 2).
Trabajos geológicos
La temperatura fue medida mediante un termómetro datalogger con cuatro canales Omega HH309A con una termocupla tipo K (Fig. 4). El valor máximo obtenido en las diferentes fumarolas alcanzó 86,3°C en la fumarola de muestreo (Fig. 2). Esta temperatura corresponde al punto de ebullición del agua a la altura de las fumarolas (~4050 m sobre el nivel del mar). Las otras fumarolas mostraban temperaturas similares o ligeramente (Tabla 1).
La concentración de CO2 en las fumarolas fue medida con un sensor experimental prestado por la universidad UCL (University College of London). En general se pudo observar un aumento del CO2 al entrar en las zonas de fumarolas con valores de hasta 818 ppm (valor promedio del CO2 en la atmósfera ~ 400 ppm en 2016, fuente NOAA), las cuales pueden provocar somnolencia. Sin embargo, en la fumarola llamada “locomotora” se midió un valor anómalo de ~ 65 000 ppm, una concentración suficiente para provocar mareo, dolor de cabeza, disfunción visual y auditiva, y hasta pérdida de conciencia si la exposición es prolongada. Es necesario realizar medidas adicionales para confirmar o no la presencia de este gas en altas concentraciones en este sector. Afuera de las zonas de fumarolas los valores de CO2 regresaron a la normal.
Adicionalmente se realizó el muestreo de azufre nativo en la fumarola de muestreo y también de la roca del nuevo domo extruido en la última erupción de 2000.
Imágenes con drone
Finalmente se tomaron imágenes con un drone DJI Phantom 2 prestado por el proyecto STREVA. Se pudieron realizar varias tomas de la morfología del domo Cristal en la que se evidencia la actividad superficial y los varios vestigios en la topografía dejado por erupciones pasadas del Guagua Pichincha como son: cráteres de explosión y de impactos de balísticos, zonas de fumarolas, domo de la última erupción entre otros. No se observó cambios morfológicos de las estructuras pre-existentes.
El IG-EPN, junto a otras instituciones, continúa en su labor de monitorizar a los volcanes activos del Ecuador.
BB/FJV/JB
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Aumento de la actividad sísmica del volcán y análisis de la posibilidad de reactivación de corto a inmediato plazo (próximos días a horas)
Resumen
Como se mencionó en el Informe especial N°7, desde el 12 de septiembre de 2016 se ha registrado un incremento evidente del número de sismos LP, y la aparición de pequeños episodios de tremor a partir del 16. El 18 de septiembre se observó un enjambre de 24 LP entre las 4h08 y las 4h24 (tiempo local).
Desde el 24 de septiembre a las 14h00 (tiempo local) se ha registrado un nuevo incremento en la actividad sísmica interna del volcán, en el número de sismos LP´s y episodios de tremor en zonas cercanas al cráter.
En base a estas claras señales premonitoras y lo expuesto en el Informe Especial N°7 se estima que una reactivación del Tungurahua en un plazo de corto a inmediato plazo (próximos días a horas) es posible y se definen nuevamente dos escenarios eruptivos potenciales: 1) una reactivación rápida, de estilo vulcaniano, con una gran columna eruptiva y flujos piroclásticos; que corresponde al escenario más probable, y 2) una reactivación paulatina, de estilo estromboliano, con explosiones moderadas y caídas de ceniza principalmente.
Sismicidad
Desde las 14h00 (TL) de ayer (24 de septiembre), se ha registrado un incremento en la actividad sísmica interna del volcán contabilizándose hasta el momento 97 eventos de largo periodo (LP) y 2 tremores (TRE).
No se observa mayor cambio en los últimos días para el flujo diario máximo de SO2 como para el número de medidas válidas. Los dos indicadores se encuentran en el nivel de base y podrían indicar que el conducto se encuentra cerrado luego de la erupción de febrero-marzo 2016.
Observaciones visuales
Durante los últimos días, las condiciones de observación visual han sido variables. Cuando el volcán ha permanecido despejado, no se ha observado ningún tipo de actividad superficial (Figura 3). Estos últimos días debido a la nubosidad en la zona no ha permitido realizar observaciones superficiales, ni se ha tenido reportes por parte de la red de Vigías de actividad superficial en el volcán. Adicionalmente se han presentado esporádicas lluvias en partes altas del volcán.
La baja desgasificación podría indicar un taponamiento del conducto que impide el paso libre de los gases magmáticos. Tomando en cuenta el aumento claro en los últimos días de la actividad sísmica se estima que una reactivación de corto a inmediato plazo (próximos días a horas) es posible.
Escenarios eruptivos
Se mantienen los escenarios propuestos en el informe N°7 que podrían ocurrir de corto a inmediato plazo (próximos días a horas):
Es importante notar que las erupciones volcánicas son por naturaleza impredecibles y que la actividad del volcán también puede regresar a la normalidad sin erupción.
Estos escenarios podrán ser cambiados de acuerdo a la evolución de la actividad del volcán y del análisis de los datos provenientes del monitoreo instrumental y visual. El IGEPN mantiene una vigilancia permanente en el centro TERRAS (Quito) y en el Observatorio del Volcán Tungurahua.
El Instituto Geofísico ha comunicado sobre el particular a las autoridades locales, regionales y nacionales y se encuentra en contacto permanente con las mismas, las que están llevando adelante las acciones correspondientes para salvaguardar la seguridad de las personas en las zonas de impacto en caso de que una erupción mayor sobrevenga. El IGEPN cuenta con personal trabajando en IGEPN-Quito las 24 horas los 7 días de la semana y además en el Observatorio Volcán Tungurahua, ubicada a 13 km al norte del cráter del volcán Tungurahua
PE, AH, MO, EH, SH, PR, PM
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Aumento de la actividad sísmica del volcán y análisis de la posibilidad de reactivación a corto plazo (días a semanas)
Resumen
Luego de su último período eruptivo en febrero-marzo de 2016 (26/02-15/03/2016), el volcán Tungurahua ha mantenido una actividad superficial baja a nula; hasta el 12 de septiembre su actividad sísmica y las emisiones de gas SO2 se han mantenido en los niveles de base, excepto por un pequeño enjambre de eventos sísmicos de Largo Periodo (LP's) ocurrido entre el 1 y el 20 de mayo, asociado a movimientos internos de fluidos. Sin embargo, las observaciones de la deformación muestran una posible intrusión magmática desde el final de la última erupción. Adicionalmente, desde el 12 de septiembre de 2016 se ha registrado un incremento evidente del número de sismos LP, y la aparición de pequeños episodios de tremor a partir del 16. El 18 de septiembre se observó un enjambre de 24 LP entre las 4h08 y las 4h24 (tiempo local). Todas estas señales podrían ser premonitoras de una erupción a corto plazo (días a semanas). Hasta el momento no se ha observado un aumento de las emisiones de SO2 indicando posiblemente un conducto cerrado al paso de los gases.
En los últimos 8 años el volcán Tungurahua ha mostrado de manera repetitiva estos periodos de aparente quietud y las reactivaciones después de estos han presentado señales premonitoras claras a corto plazo (horas a días) en solo el 20% de las veces. En base a eso y al tiempo de reposo que ha tenido el volcán hasta ahora (185 días), se estima que una reactivación del Tungurahua a corto plazo (días a semanas) es posible y se definen dos escenarios eruptivos potenciales: 1) una reactivación rápida, de estilo vulcaniano, con una gran columna eruptiva y flujos piroclásticos; que corresponde al escenario más probable, y 2) una reactivación paulatina, de estilo estromboliano, con explosiones moderadas y caídas de ceniza principalmente. Estos escenarios están detallados al final de este documento. Es importante notar que las erupciones volcánicas son por naturaleza impredecibles y que los parámetros monitorizados en el volcán también pueden regresar al nivel de base sin que se produzca una erupción. El objetivo de este informe es prevenir oportunamente a las autoridades y la población de la posibilidad de una erupción del Tungurahua a corto plazo (días a semanas).
Sismicidad
En los últimos meses, después de la última erupción, se observa en general una baja actividad sísmica (Fig. 1), registrándose diariamente menos de 2 sismos de tipo Volcano-Tectónico (VT), sin explosiones ni tremor de emisión. Entre el 1 y el 20 de mayo de 2016 se registró un pequeño aumento del número de sismos de tipo Largo Periodo (LP), llegando a un máximo de 68 el 14 de mayo. Estos eventos son comunes en periodos de quietud y son asociados a movimientos de fluidos dentro del edificio volcánico. A partir del 12 de septiembre se nota un incremento significativo del número de eventos LP, sobretodo y de los episodios de tremor desde el 16, en los días subsiguientes se ha venido manteniendo esta tendencia (Fig. 1). Adicionalmente, el 18 de septiembre, entre las 4h08 y las 4h24, se registró un enjambre de 24 LP.
Deformación
La estación inclinométrica de Retu (Refugio Tungurahua), ubicada en el flanco norte bajo el borde del cráter, muestra una clara tendencia inflacionaria desde el final de la última erupción tanto en el eje radial (~980 μrad, microradianes) como en el eje tangencial (~400 μrad). Hay que indicar que a partir del 15 de septiembre esta tendencia cambia a deflación a una tasa de 21 µrad/día (Fig. 2).
Una tendencia inflacionaria se observó también en el eje tangencial del inclinómetro de Mndr (Mandur, flanco Noroccidental) pero con una amplitud mucho más pequeña (~30 μrad) debido probablemente a una mayor distancia entre el instrumento y la fuente de presión, hacia fines de junio la tendencia cambió a deflación y nuevamente, en agosto, esta tendencia se hizo inflacionaria. En las otras estaciones de la red de inclinometría no se observa un patrón de deformación evidente. Sin embargo es destacable que, con la finalización del último periodo eruptivo, el sensor de Retu empezó a registrar evidencias de movimiento de magma.
Se efectuó una modelación (Dmodels) con los datos de deformación de las estaciones que presentan mayor evidencia de deformación (RETU y MNDR), entre el 12 de marzo y el 17 de septiembre, encontrándose la presencia de un centro de deformación de un cuerpo con un volumen de unos 5.3 Mm3 y ubicado a una profundidad de alrededor de 1 km bajo el cráter, entre este y la estación de RETU.
Emisión de SO2
No se observa mayor cambio en la desgasificación desde el fin de la última fase eruptiva tanto para el flujo diario máximo de SO2 (Fig. 3) como para el número de medidas válidas. Los dos indicadores se encuentran en el nivel de base y podrían indicar que el conducto se encuentra cerrado luego de la erupción de febrero-marzo 2016.
Observaciones visuales
Durante los últimos meses, las condiciones de observación visual han sido variables y en general han sido impedidas por la nubosidad casi permanente en el volcán. La actividad superficial, cuando el volcán ocasionalmente se ha despejado, se caracterizó por actividad fumarólica de baja intensidad y una ausencia de emisiones de ceniza desde el fin de la última erupción. En los últimos días, cuando se han registrado intensas lluvias se ha notado un incremento en la actividad fumarólica en el borde del cráter (Fig. 4), por lo que estas fumarolas son de carácter pulsátil y de origen freático.
Interpretación
En los últimos 8 años de actividad el volcán Tungurahua ha tenido 15 periodos de quietud similares al periodo actual con una actividad sísmica baja, una deformación con tendencia inflacionaria, y una actividad superficial caracterizada por fumarolas de baja energía. En su mayoría estos periodos de quietud fueron seguidos por erupciones de tamaño pequeño (Índice de Explosividad Volcánica IEV 0-1 con principal fenómeno las caídas de ceniza) y en algunas ocasiones por erupciones más grandes (IEV 2 con flujos piroclásticos). Es importante notar que la gran mayoría (80%) de estas erupciones no tuvieron señales premonitoras de reactivación a corto plazo (horas a días). La deformación actual del volcán es una evidencia de intrusión magmática (movimiento de magma a partir de un reservorio más profundo) que se ha observado en muchas ocasiones antes de las erupciones del Tungurahua. La baja desgasificación podría indicar un taponamiento del conducto que impide el paso libre de los gases magmáticos. Tomando en cuenta que el periodo actual de quietud ha sobrepasado seis meses (185 días) y el aumento claro de la actividad sísmica (LP desde el 12/09, tremor desde el 16/09, y enjambre de LP el 18/09) se estima que una reactivación a corto plazo (próximos días a semanas) es posible.
Escenarios eruptivos
En base a los resultados obtenidos del monitoreo volcánico y a la historia reciente de reactivaciones del Tungurahua se propone dos escenarios eruptivos que podrían ocurrir a corto plazo (próximos días a semanas):
Estos escenarios podrán ser cambiados de acuerdo a la evolución de la actividad del volcán y del análisis de los datos provenientes del monitoreo instrumental y visual. El IGEPN mantiene una vigilancia permanente en el centro TERRAS (Quito) y en el Observatorio del Volcán Tungurahua.
PR, ET, BB, SH
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