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Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

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Volcanes

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Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

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La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

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MÉXICO, D.F.- Por cada día de exposición a las cenizas y demás elementos liberados por el Popocatépetl, las personas saludables que los inhalen tardarán 30 días para limpiar sus pulmones y vías respiratorias de los contaminantes volcánicos.

El médico integrante de la Sociedad Mexicana de Neumología, Octavio Narváez Porras, expuso que si los habitantes de las faldas del volcán inhalaron durante 12 días estos elementos les llevaría un año depurarse del sílice, cuarzo y manganeso, hallados comúnmente en las exhalaciones del volcán.

Este miércoles se cumplieron 32 días de que el Comité Científico Asesor del Popocatépetl decidiera elevar el nivel de alerta de fase 2 a fase 3 derivado del incremento de emanaciones y tremores volcánicos.

De hecho las constantes exhalaciones elevaron los índices de contaminación en el estado de Puebla, así como también en el Estado de México, el cual tuvo días con concentraciones de incluso 144 puntos Imeca partículas suspendidas fracción respirable PM10, mala calidad del aire del que no había precedente en la región. Incluso la Secretaría de Salud del Estado de México indicó que en la zona suroriente de la entidad aumentaron en 3% las afecciones respiratorias agudas derivadas de la exposición a las cenizas.
-Pulmones, “una esponja”

“El sílice es un vidrio microscópico, imagínese usted que penetra a través de su nariz, cae en las vías respiratorias y se impacta a una velocidad importante, más o menos a 30 kilómetros por hora.

“Si a esa velocidad nos impacta un coche nos va a ocasionar una lesión, entonces imagínese este pequeño cristal microscópico impactándose en nuestras vías respiratorias. Es como si cayera el mítico asteroide en Yucatán”, indicó Octavio Narváez Porras, quien también médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Precisó que los pulmones “son como una esponja” que diseñada para expandirse y cerrarse, por lo que con cada lesión pierden su capacidad para cumplir con esta función.

Diario nos está quemando las vías respiratorias, no podemos decir al volcán que deje de hacerlo y tampoco le podemos decir a la población que deje de respirar, ¿Qué es lo que debemos hacer?

“Efectivamente estar enterados cuándo hay incremento de la liberación de estas sustancias, yo creo que casi a diario hay alguna fumarolita por ahí, creo que con mucha mayor frecuencia que antes estamos teniendo liberación de estas sustancias no hacia el Distrito Federal pero sí hacia las faldas del volcán”, señaló el especialista del INER.

Octavio Narváez Porras quien realizó investigación al finalizar la década del 90 con mil niños que habitaban en las zonas cercanas al Popocatépetl comentó que las personas más propensas a sufrir por los elementos de las exhalaciones son aquellas con asma u otras afecciones respiratorias.

Dijo que ante esto lo recomendable es que durante la caída de ceniza se refugien en sus casas y en caso de salir usen un cubrebocas sencillo, no necesariamente de alta protección y por su puesto no realizar ejercicio al aire libre.

Tanto el sílice, el cuarzo y el manganeso son muy irritantes a las vías respiratorias pero también a las vías aéreas superiores, la mucosa nasal, la mucosa oral y las mucosas oculares, donde inmediatamente desarrollan rinitis, conjuntivitis e incluso estomatitis, refirió Narváez Porras.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/elcuerpotardaunmesendesecharcenizavolcanica-1289068.html

El Departamento de Energía Eléctrica junto al Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional presentaron este jueves 24 de noviembre en el Congreso Internacional "Cities on Volcanoes" en Puerto Varas - Chile, los resultados obtenidos en la investigación "Impacto de la ceniza volcánica sobre el nivel de aislamiento en aisladores de suspensión en líneas de transmisión de alto voltaje: el caso de los volcanes Cotopaxi y Tungurahua".

El Museo de Historia Natural Gustavo Orcés V. y el Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional festejan el día de las montañas. Entre el 04 y el 22 de diciembre de 2017 se presentarán exposiciones donde, mediante ejemplos simples y experimentos, se pretende enseñar acerca de la estructura interna de la Tierra, los sismos y los volcanes.

El Día Internacional de las Montañas, un evento abierto al público

Figura 1. Afiche del evento, Día internacional de las Montañas. Organizado por el Museo de Historia Natural Gustavo Orcés y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.

17 de abril de 2013

 

El martes 16 de abril de 2013 en las instalaciones del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) se realizó una reunión para evaluar y determinar futuras perspectivas en la colaboración entre el IGEPN y el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia. Dicha reunión contó con la presencia del Dr. Michel Laurent, Presidente del IRD.

La colaboración entre el IGEPN y el IRD se mantiene desde inicios de los años 90 y cubre diferentes campos de investigación como son la sismología, vulcanología y geodesia. Durante este tiempo se han realizado varios estudios específicos que han permitido ampliar el conocimiento sobre los peligros sísmicos y volcánicos del Ecuador, parte fundamental para la reducción del riesgo en nuestro país.

En Sismología, el IGEPN realiza investigaciones en colaboración con los laboratorios GEOAZUR  e ISTerre. Los estudios que se realizan en el laboratorio GEOAZUR son en los campos de Neotectónica, Geomorfología, Geofísica Marina, Geodesia y efecto de sitio. En tanto con el laboratorio de ISTerre las investigaciones se relacionan con neotectónica, generación de catálogos sísmicos históricos, Paleosismología, INSAR, Geofísica en Subsuperficie y Peligro Sísmico.

Entre los principales programas de investigación que se han llevado a cabo por el equipo de sismología en la colaboración IGEPN-IRD se encuentra, el estudio de la variabilidad del proceso de subducción y el potencial sísmico a lo largo del margen continental de los Andes del Norte (Denominado Proyecto ADN), varias campañas de geofísica marina, que contó con la participación y colaboración de INOCAR de Ecuador, entre otras.

En Vulcanología, el IGEPN mantiene un programa de cooperación con la Unidad Mixta de Investigación de Magmas y Volcanes (Clermont-Ferrand). Entre los principales resultados logrados con la cooperación se cuenta la publicación de más de 40 artículos publicados en revistas internacionales en Ciencias de la Tierra, la actualización y publicación de los mapas de peligro volcánico de Tungurahua, Guagua Pichincha, Cayambe, Imbabura, Cotopaxi y Reventador,  la publicación de varios libros de la serie "Los peligros volcánicos en el Ecuador", entre otras.

Además la colaboración IGEPN - IRD ha permitido la formación de varios científicos ecuatorianos.

 

LT

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica NAcional

12:30 (tiempo local)

 

 

 

 

Desde el final de la Edad Media hasta casi acabado el siglo XIX, la Tierra pasó por un largo período de enfriamiento que los científicos denominan Pequeña Edad de Hielo, una época en la que pueblos alpinos quedaron arrasados por el avance imparable de los glaciares y los ciudadanos londinenses, aunque parezca increíble, podían patinar sobre el Támesis. El origen de esta abrupta y larga temporada de reducción de temperaturas ha sido siempre un misterio envuelto en especulaciones, pero ahora un equipo internacional, dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado Boulder en EE.UU., cree tener la respuesta al enigma. Este frío intenso fue causado, según publican esta semana en la revista Geophysical Research Letters, por unas gigantescas erupciones volcánicas en el trópico que iniciaron una cadena de efectos sobre el clima.

Según la nueva investigación, la Pequeña Edad de Hielo comenzó repentinamente entre los años 1275 y 1300 d.C. tras sucederse cuatro erupciones volcánicas masivas en el trópico, unos episodios que duraron unos cincuenta años. La persistencia de veranos fríos tras las erupciones se explica por la posterior expansión del hielo marino y un debilitamiento de las corrientes del Atlántico relacionadas, según las simulaciones computacionales realizadas para el estudio, que también analizó patrones de vegetación muerta y datos tomados del hielo y sedimentos.

Los científicos han teorizado que la Pequeña Edad de Hielo fue causada por la disminución de la radiación solar de verano, por volcanes en erupción que enfriaron el planeta al emitir sulfatos y otras partículas en aerosol que reflejaban la luz solar hacia el espacio, o por una combinación de las dos cosas. «Esta es la primera vez que alguien ha identificado claramente el inicio específico de los tiempos de frío que marcaron la Pequeña Edad de Hielo», dice Gifford Miller, investigador de la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del estudio. «También hemos explicado cómo este período frío pudo mantenerse durante tanto tiempo. Si el sistema climático es golpeado una y otra vez por el frío durante un período relativamente corto -en este caso, por erupciones de origen volcánico- parece que hay un efecto de enfriamiento acumulativo»

«Nuestras simulaciones mostraron que las erupciones volcánicas pueden haber tenido un efecto de enfriamiento profundo», añade Bette Otto-Bliesner, científico del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR) y coautor del estudio. «Las erupciones podrían haber provocado una reacción en cadena, afectando al hielo y a las corrientes oceánicas de una manera que disminuyó las temperaturas durante siglos».

Avance de los glaciares

Los científicos estiman que los comienzos de la Pequeña Edad de Hielo se produjeron del siglo XIII al XVI, pero hay poco consenso al respecto. Aunque las temperaturas de enfriamiento pudieron afectar a lugares tan lejanos como América del Sur y China, se hizo particularmente evidente en el norte de Europa. El avance de los glaciares de los valles de montaña destruyó pueblos alpinos y las pinturas de la época muestran a la gente patinando sobre hielo en el río Támesis en Londres y en los canales de los Países Bajos, lugares que estaban libres de hielo antes y después.

«La forma dominante en la que los científicos han definido la Pequeña Edad de Hielo es por la expansión de los glaciares en los Alpes y en Noruega», apunta Miller. «Pero el tiempo en que los glaciares europeos avanzaron lo suficiente como para demoler pueblos enteros sucedió mucho tiempo después del inicio del período de frío».

Miller y sus colegas fecharon con radiocarbono cerca de 150 muestras de material vegetal muerto con las raíces intactas, recogidas en la isla de Baffin, en el Ártico canadiense. Encontraron un gran número de muestras de entre 1275 y 1300, lo que indica que las plantas habían sido congeladas y envueltas por el hielo por un acontecimiento relativamente repentino. El equipo halló un segundo repunte de muestras de plantas congeladas sobre el año 1450, lo que indica un segund0 enfriamiento.

Capas de hielo más gruesas

Para ampliar el estudio, los investigadores analizaron muestras de sedimentos de lagos glaciares vinculados a la capa de hielo de 367 kilómetros cuadrados en el Langjökull, en la sierra central de Islandia, que llega a casi un kilómetro de altura. La capas anuales en los núcleos se volvieron repentinamente más gruesas a finales del siglo XIII y otra vez en el siglo XV debido al aumento de la erosión causada por la expansión de la capa de hielo que enfría el clima.

Los científicos emplearon un modelo que simula las condiciones del mar de 1150 a 1700 dC, lo que reveló la existencia de grandes erupciones que podrían haber enfriado el hemisferio norte lo suficiente como para desencadenar la expansión del hielo marino del Ártico.

Para los científicos, una de las cuestiones para reflexionar sobre la Pequeña Edad de Hielo es lo inusual que resulta el calentamiento actual de la Tierra. Una investigación previa realizada por Miller en 2008 en la isla Baffin indicaba que las temperaturas actuales son las más cálidas en los últimos 2.000 años.

 

Fuente: http://www.abc.es/20120131/ciencia/abci-enigma-pequena-edad-hielo-201201311208.html