El Comercio, 16 de enero de 2011
El Instituto Geofísico fortalecerá el Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología con recursos del Estado. Para este objetivo, esta entidad  recibirá USD 8 777 362 de fondos asignados por la Secretaría Nacional de  Educación Superior Ciencia, Tecnología e Innovación, Senescyt. Es uno de  los proyectos que más financiamiento recibirán de la entidad.
 
 Hugo Yepes, director del Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional,  explica que desde el 2008, año en que se presentó el proyecto, han  recibido el 60% del total de los fondos. El objetivo es conformar un  Servicio Nacional de Sismología y Vulcanología en Ecuador. Para ello, se  destinan recursos en la compra de nueva tecnología; es decir,  sismógrafos, GPS en tiempo real, acelerógrafos, entre otros  dispositivos. Estos últimos son aparatos que registran la aceleración  del suelo durante un terremoto. 
 
 Esta tecnología es empleada en la evaluación de movimientos fuertes. Por  el momento, se han instalado alrededor de 20 acelerógrafos en varias  zonas del país, entre ellas, Pichincha, Guayas, Loja y Santo Domingo.  Aún restan por colocar estos sistemas en sitios de la Costa y el  Oriente.
 
 Todo país que esté sujeto a la presencia de terremotos debe tener estos  equipos, porque los valores que se registran en ellos son fundamentales  para el diseño de estructuras sismorresistentes.
		 
		
				
		
			
 Además, a partir de los datos que generan se formulan los códigos  nacionales de construcción. El vulcanólogo precisa que a principios de  los años noventa el país contaba con algunos acelerógrafos que dejaron  de funcionar hace mucho tiempo. 
 
 El equipo de investigadores del Instituto Geofísico identificó las zonas  donde se requiere más la presencia de estos aparatos. En primer lugar  están las capitales de provincia. También se instalarán en los sitios  próximos a las fallas sísmicas. Para los técnicos de esta entidad, los  acelerógrafos son fundamentales porque en el caso de que los sismógrafos  se saturen, los primeros permitirán captar toda la gama de ondas  sísmicas. 
 
 Para el Geofísico también es crucial disponer de una infraestructura  eficiente de transmisión de datos hacia el Centro de Registro e  Interpretación que funciona en esta entidad. 
 
 Este es el segundo componente del proyecto que hoy financia el Gobierno,  a través de la Senescyt. Uno de los objetivos es que este Centro sea  capaz de brindar información de forma más ágil.
 
 Los datos generados son vitales para los científicos y para las  instituciones que la requieren para mejorar la seguridad sísmica de sus  construcciones. Yepes dice que con el proyecto se busca crear una base  nacional de datos sísmicos y volcánicos, porque el país no cuenta con  esta información científica que es fundamental para el diseño de la  infraestructura nacional de gran escala. 
 
 Una de las ventajas de los acelerógrafos es que generan registros  (acelerogramas) de los movimientos sísmicos fuertes, que son los que  sacuden a los edificios. Estos acelerogramas muestran los daños de las  construcciones. 
 
 Por eso, otro objetivo es crear un banco de acelerogramas locales, para  que toda la comunidad de ingenieros civiles tenga acceso a ellos. Asdí  pueden mejorar investigaciones y diseños.
 
 Mario Ruiz, Jefe de Sismología del Geofísico, precisa que es necesario  potenciar las tareas de monitoreo. “Ahora emitimos alertas inmediatas  sobre los efectos, pero es vital efectuar una investigación más  profunda”.
 
 Ruiz apunta que es necesario conocer más acerca del origen de las  fuentes sísmicas, a qué velocidad se mueven, cuál es el tamaño de los  sismos.
 
 Dice que los acelerógrafos que se instalarán en diferentes sitios del  territorio nacional posibilitarán el estudio de cómo se comportan las  ondas durante su viaje desde la fuente (el origen) hacia el sitio donde  está localizada la infraestructura pública. 
 
 Ruiz indica que el equipo de científicos del Instituto Geofísico impulsa  una política de datos abiertos. Esta permitirá que los datos generados  por esta red de acelerógrafos, sismógrafos y GPS estén disponibles las  24 horas para la comunidad local, nacional e internacional.