Anomalías de actividad
Sismicidad
La actividad sísmica del volcán Cotopaxi ha venido mostrando cambios desde mediados del mes de abril de este año, acentuándose los mismos en el mes de mayo (Figura 1). En mayo se han contabilizado 3000 sismos locales. Este aumento es considerable con respecto a los 628 eventos registrados en Abril, como también con lo observado durante la crisis del 2001-2002, que ha sido la más importante en los últimos 15 años (Figura 1).
Adicionalmente, el número de sismos y los valores de sus amplitudes sísmicas, registrados en la estación más cercana al cráter (BREF), muestran también un aumento en el mes de mayo. La energía sísmica asociada corrobora este incremento.
Figura 1. Actividad sísmica del volcán Cotopaxi desde 1996 hasta 1 junio 2015.
Con respecto al tipo de señales registradas hay un predominio de los eventos del tipo de largo periodo (LP), que están relacionados con el movimiento de fluidos. Dentro de este grupo se ha podido diferenciar un tipo especial, denominado very long period events (VLPs), que se asocia a movimiento de magma en el interior del volcán. Estos VLPs han sido más frecuentes durante el mes mayo y particularmente desde la semana pasada (Figura 2). Este tipo de sismos se han localizado en el norte y nor-oriente del cono volcánico.
Figura 2. Tasa de very long period events (VLPs) en el volcán Cotopaxi desde enero a mayo 2015.
Las localizaciones de los sismos muestran también dos tendencias: unos se ubican hasta una profundidad de 3 km bajo la cumbre; y otros son más profundos hasta cerca de 14 km y todos se hallan en las cercanías del cono volcánico.
Flujo de SO2
El SO2 (dióxido de azufre) es un gas volcánico cuya medición es muy útil en el monitoreo de crisis volcánicas. En el volcán Cotopaxi están funcionando desde el año 2008, dos estaciones permanentes de tipo DOAS que miden este gas. Estas estaciones realizan alrededor de 80-100 medidas diarias, de éstas son validadas únicamente aquellas en las que se ha medido efectivamente SO2. La Figura 3 muestra el número de medidas válidas registradas desde enero de 2015, en ésta se puede observar un claro incremento de las mismas, desde el 20 de mayo. Esto se puede interpretar como un cambio de una emisión esporádica a una emisión más continua de este gas.
Figura 3. Número de medidas válidas de SO2 desde el 1 de Enero al 31 de Mayo de 2015.
La emisión de SO2 ha mostrado un incremento con respecto al nivel de base para el Cotopaxi (menor a 500 ton/día), obteniéndose valores que han superado 2500 ton/día llegando cerca a las 3000 ton/día (Figura 4). Valores que no han sido reportados en ocasiones anteriores.
Figura 4. Emisión de SO2 desde el 1 de Enero al 1 junio de 2015.
Tendencias de la Deformación de los flancos
Se han detectado cambios muy ligeros en las dos estaciones inclinométricas, ubicadas al norte y nor este, que sugieren una leve tendencia inflacionaria. Por otro lado, la red de GPS (7 estaciones), ubicada en los flancos del volcán, no ha mostrado cambios significativos. Estas leves variaciones pueden deberse a que la fuente de la deformación es muy pequeña y está concentrada en el conducto del volcán o es muy somera (entre 1-3 km bajo la cumbre).
Observaciones superficiales
Desde el mes de mayo se ha observado un incremento en la actividad fumarólica del cráter, incluso visible en algunos momentos desde Quito. Adicionalmente reportes de los andinistas indican que durante este fin de semana del 22 y 23 de mayo el olor de azufre fue muy intenso, en especial a partir de los 5700 m., en el flanco norte del cono. A lo largo de la semana el olor a azufre ha sido menor en la zona del refugio, según reporte del personal del Parque Nacional Cotopaxi y de la zona del refugio.
Conclusiones
Se nota que desde mediados de abril hay un incremento claro de la sismicidad en el volcán Cotopaxi, caracterizada por la presencia principalmente de sismos relacionados a movimiento de fluidos al interior del volcán. Adicionalmente otro parámetro que ha mostrado variaciones importantes con respecto a su nivel de base, es la cantidad de emisión del dióxido de azufre (SO2), el cual ha sido percibido por los andinistas. La deformación en los flancos sin embargo se mantiene sin mayores variaciones.
Todos estos cambios muestran que hay una anomalía en el volcán por lo que El Instituto Geofísico seguirá muy atento a los patrones de datos y cambios de los mismos y comunicará oportunamente variaciones que puedan representar peligro para las poblaciones aledañas.
Hay que indicar que el monitoreo del volcán se realiza desde el año 1986 y actualmente se cuenta con una red de monitoreo de varios parámetros muy extensa. Los datos de observaciones se realizan con las cámaras de video, que son complementados con la valiosa información que proporciona el personal del Parque Nacional, el personal del Refugio y los andinistas.
INSTITUTO GEOFÍSICO
ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL