Viernes, 26 Junio 2015 16:40

Informe Volcánico Especial Galápagos N°4 - 2015

Actualización y evaluación de la actividad volcánica del volcán Wolf, Isla Isabela.

 1.    Resumen de la actividad volcánica
Como ya se indicó en nuestro informe especial anterior (ver Informe Volcánico Especial Galápagos N°3, 2 Junio 2015), el volcán Wolf (1707 msnm), ubicado en el extremo norte de la isla Isabela (Galápagos), entró en erupción en la madrugada del lunes 25 de Mayo de 2015. La erupción inició con una serie de explosiones que produjeron una nube de gas y ceniza que alcanzó unos 50,000 pies (~15 km snm) y se dirigió hacia el SW, NNE y S (Washington VAAC). Flujos de lava comenzaron a descender por el flanco SE desde una fisura ubicada cerca del borde de la caldera del volcán. Durante los siguientes días la actividad estuvo caracterizada por extensos flujos de lava que descendieron por los flancos SE y E del volcán y eventualmente alcanzaron la orilla del mar, como se aprecia en la imagen satelital de ALI del 28 de mayo (Fig. 1).

Informe Especial Wolf N. 4 - 2015

Figura 1: Imagen satelital tomada por el instrumento ALI (satélite Earth Observing-1) el 28 Mayo 2015.

 

El sobrevuelo realizado el 29 de Mayo de 2015 permitió confirmar la presencia de los flujos de lava antes mencionados y de una pluma de gas sin contenido de ceniza que alcanzaba los 2-3 km sobre el volcán y se dirigía hacia el NW. En los días siguientes la intensidad de la actividad volcánica ha mostrado una tendencia a disminuir, de acuerdo a lo que se ha podido observar en los diferentes sensores satelitales, en los cuales se notó un descenso en el número e intensidad de las anomalías termales así como una disminución de la presencia de gas SO2 en la atmósfera circundante.

Un nuevo sobrevuelo se efectuó el 12 de junio de 2015 donde se verificó que la actividad efusiva continuaba caracterizada por la emisión y el descenso de flujos de lava por los flancos SE y E. A partir del 13 de junio, varios sensores satelitales infrarrojos muestran un incremento del número e intensidad de las anomalías termales, donde estas ahora se ubican más bien hacia el interior de la caldera y hacia la zona del borde y flanco W.  Imágenes satelitales de WorldView 3 del 16 de junio muestran una zona incandescente al interior de la caldera, en la imagen de WorldView 1 del 18 de junio ya se puede adivinar la presencia de un flujo de lava al interior de la caldera, lo cual confirmaría que se abrió un nuevo centro de emisión dentro de la caldera. De igual manera, a partir del 11 de junio, varios sensores satelitales indican un incremento de la concentración del gas SO2 en la atmósfera circundante.


 2.    Sobrevuelo 12 Junio 2015

Gracias a la invitación del Dr. Jorge Carrión, Director de Gestión Ambiental de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, fue posible que dos técnicos del IG participen en un sobrevuelo al volcán Wolf efectuado el día 12 de junio en un helicóptero Eurocopter B3 que se encontraba a bordo del Bote privado Umbra (Fig. 2), participaron además los guarda parques Wilson Carrera y Johannes Ramírez.

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Figura 2. Helicóptero Eurocopter B3 a bordo del bote Umbra usado durante el sobrevuelo (Foto: P. Ramón, IGEPN).

 

 a)        Observaciones visuales
La aproximación al volcán Wolf se la efectuó por el flanco SW del volcán, el mismo que se encontraba nublado en su parte superior, por lo que no fue posible observar la zona de fisura donde se producía la actividad efusiva y tampoco se pudo observar la columna de erupción. Al cruzar sobre el flanco SE, con la cámara térmica se pudo distinguir la presencia de los flujos de lava que descendieron por este flanco, de igual manera al volar sobre el flanco E, se pudo distinguir los flujos que  descendieron por el flanco E y que llegaban hasta la orilla del mar, sin embargo no fue evidente una columna de vapor que denuncie que estos continuaban ingresando al océano.

Posteriormente se aterrizó en el borde N de la caldera con objeto de que los guarda parques efectúen su trabajo de campo, desde acá se pudo observar el interior de la caldera, donde no fue evidente la presencia de ventos activos, ni la presencia de nuevos flujos de lava (Fig. 3), a más del gran flujo de lava que se originó en la erupción de 1982. Aunque hacia los bordes SE y E se encontraba nublado, se podía observar la presencia de gases que provenían de la zona de emisión. En este sector del borde de la caldera no se encontró depósitos de caídas de ceniza o de escoria. Durante las 2:13 horas que se permaneció en tierra se pudo escuchar por lo menos unas 5 explosiones, de fuertes a moderadas, las que estuvieron acompañadas en algunos casos de ruidos de rodar de bloques pendiente abajo, dada la nubosidad presente no fue posible observar las emisiones asociadas.

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Figura 3. Panorámica del interior de la caldera (Foto: P. Ramón, IGEPN).

 

 b)    Imágenes térmicas
Durante el vuelo se efectuaron imágenes térmicas de los diferentes flujos de lava que descendieron por el flanco SE, los que en superficie arrojaron una temperatura máxima aparente (TMA) de 86.1°C (Fig. 4), de igual manera las imágenes térmicas de los flujos que descendieron por el flanco E, los que en superficie dieron una temperatura máxima aparente (TMA) de 96.8 °C (Fig. 4); esto indicaría posiblemente que los flujos de lava ya no avanzaban al momento de la observación, y explicaría por qué en los sitios donde los flujos ingresaban al mar ya no se observaba la generación de las columnas de vapor.

Cuando se reanudó el vuelo se cruzó sobre la caldera, donde no se detectó ninguna anomalía termal al interior de la misma. Al aproximarse al borde S de la caldera, en dirección al ESE se pudo observar la zona de los ventos a lo largo de una fisura circunferencial que bordea la caldera, donde las imágenes térmicas  en superficie dieron una temperatura máxima aparente (TMA) de más de 500 °C (Fig. 5), a partir de esta zona se pudo observar que se originaban algunos flujos de lava, los que por su alta temperatura aparentemente eran activos (Fig. 6). Se pudo observar además que de la zona de emisión salían varios flujos de lava poco extensos, los que por su alta temperatura (más de 300°C) aparentemente todavía eran activos. No se pudo obtener muestras de roca de los flujos de lava nuevos ya que cuando se solicitó aterrizar al piloto, este indicó que no era posible debido a un problema mecánico del helicóptero.

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Figura 4. A la izquierda, imagen térmica de uno de los flujos de lava que descendió por el flanco SE. A la derecha, imagen térmica de uno de los flujos que descendió por el flanco E del volcán (Imágenes: P. Ramón, IGEPN).

 

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Figura 5. A la izquierda, imagen térmica de la zona de los ventos más activos. A la derecha, imagen visual correspondiente (Imágenes: P. Ramón, IGEPN).

 

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Figura 6. A la izquierda, imagen térmica de flujos de lava cercanos a la zona de emisión. A la derecha, imagen visual correspondiente (Imágenes: P. Ramón, IGEPN).

 

 c)        Mediciones de SO2
Para realizar las mediciones de SO2 en la atmósfera se utilizó un instrumento mini DOAS conformado por un espectrómetro óptico modelo USB2000 de Ocean Optics, un GPS, una fibra óptica, un telescopio y computadora portátil de adquisición HP mini. Cuando se cruzó bajo la columna de gas, los espectros se saturaron por completo y lamentablemente no se pudo calcular el flujo de gas SO2.


 3.    Monitoreo satelital

 a)        SO2
Gracias a los satélites OMI, GOME-2, y OMPS, se pudo hacer una evaluación de la cantidad de SO2 en la atmósfera para la región de Galápagos. Se puede observar en la figura 7 que luego de las extraordinarias emisiones al inicio del proceso eruptivo, 117655 toneladas el día 25 de mayo, estas fueron disminuyendo paulatinamente indicando un decaimiento de la actividad de desgasificación, sin embargo a partir del día 11 de junio se nota un incremento significativo de la cantidad de gas (Fig. 7), llegando a las 3393 toneladas el día 18 de junio, esta situación aún se mantiene.

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Figura 7. Evolución de la cantidad de SO2 en la atmósfera según OMI (izquierda). Concentración de SO2 en la atmósfera para el 18 Junio 2015 (derecha, Aura/OMI).

 

 b)    Ceniza volcánica
Los sensores satelitales IASI y AIRS no detectaron ceniza desde el inicio de la erupción. La VAAC de Washington emitió 4 alertas el 25 de mayo indicando que la columna eruptiva alcanzó 50,000 pies (~15 km snm) pero lo más probable es que está tenía un contenido mínimo de ceniza. Hasta la fecha no se ha tenido reportes de caída de ceniza en las islas Galápagos. No se encontró depósitos de caídas de ceniza o de escoria, cuando se aterrizó en el borde N de la caldera durante el vuelo del 12 de junio.

 c)        Alertas termales
De manera general se puede indicar que luego del inicio de la erupción el número e intensidad de las alertas termales (MIROVA, MODVOLC, MODIS, HIGP, y FIRMS) ha ido disminuyendo y se notó una migración de las mismas desde el SSE del borde de la caldera, hacia el SE y luego hacia el E del volcán. A partir del 13 de junio se observa que los puntos calientes en MODVOLC se incrementan significativamente y aún más desde el día 16 de junio, y además se nota que estos se ubican mayormente hacia el interior de la caldera del volcán (Fig. 8), esta situación se mantiene hasta el cierre de este informe.

De igual manera, el sistema MIROVA muestra que las alertas termales muestran una tendencia a incrementar su intensidad a partir del 13 de junio, llegando a un máximo de más de 1.5 x 1010 watts el día 18 de junio (Fig. 9). En la imagen satelital de MIROVA del día 21 de junio se observa que las anomalías termales se ubican principalmente hacia el lado S del interior de la caldera y hacia los bordes SW y SE de la caldera y sus flancos, esta situación se continúa observando hasta la fecha.

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Figura 8. Alertas termales detectadas por MODVOLC el día (izquierda) 13 de junio y (derecha) el día 18 de junio.

 

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Figura 9. Energía radiante de las anomalías termales detectadas por MIROVA en el último mes (arriba) y año (abajo), hasta el 25 de junio.

 

 d)    Imágenes satelitales
El 5 de junio, el instrumento ALI (Advanced Land Imager a bordo del satélite Earth Observing-1) registra una imagen en la cual, por primera vez, se puede observar sin nubes las zonas fuentes (ventos activos) de emisión de las lavas (Fig. 10, izq.), de igual manera, el 11 de junio una imagen satelital de ASTER muestra los ventos activos y la emisión de un flujo de lava hacia el flanco E del volcán (Fig. 10, der.). Esto confirma que los flujos de lavas se originan en centros de emisión ubicados a lo largo de una fisura circunferencial en el borde SE y E de la caldera del volcán.

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Figura 10. A la izquierda, imagen satelital tomada por el instrumento ALI (satélite Earth Observing-1) el 5 de junio de 2015. A la derecha, imagen satelital tomada por el instrumento ASTER el 11 de junio de 2015.

 

Una imagen satelital adquirida el 7 de junio por el sensor infrarrojo ASTER/TIR, muestra, gracias al contraste térmico, la zona de los centros de emisión en el borde S, SE y E de la caldera y las zonas respectivas de los flancos, por donde descendieron los flujos de lava (Fig. 11), hasta esa fecha.

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Figura 11. Imagen infrarroja tomada por el sensor satelital ASTER/TIR, el 7 de junio de 2015.

 

En una imagen visible de baja resolución (browse) del satélite WorldView 3, tomada el día 16 de junio, se puede observar una zona con incandescencia (Fig. 12, izq.) ubicada hacia el S al interior de la caldera y que muy posiblemente podría corresponder a un nuevo centro de emisión intracaldera, el mismo que se habría abierto entre el 13 de junio y esta fecha, de acuerdo a lo observado por las alertas termales. Esta zona se ubica cerca de los ventos de la anterior erupción de 1982 y que produjeron grandes flujos de lava que inundaron la caldera.

En una imagen visible de baja resolución (browse) del satélite WorldView 1, tomada el día 18 de junio, se puede observar un nuevo flujo de lava sobre el piso de la caldera, aparentemente este se originó en el centro de emisión indicado anteriormente y se dirigió hacia el E y luego hacia el N, corriendo sobre el flujo de lava de 1982 (Fig. 12, der.). En una imagen satelital de LANDSAT 8, del 19 de junio se puede observar los mismos flujos de lava que continúan avanzando sobre el piso de la caldera y dirigiéndose hacia el N.

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Figura 12. A la izquierda, imagen obtenida por el satélite WV3 el 16 de junio, donde se observa una zona incandescente (círculo) y que posiblemente corresponde a un nuevo vento. A la derecha, imagen obtenida por el satélite WV1 el 18 de junio, donde se observa la presencia de un nuevo flujo de lava que descendió sobre el flujo de lava de la erupción de 1982.

 

Usando las imágenes térmicas obtenidas durante los vuelos del 29 de mayo y del 12 de junio, así como las imágenes digitales correspondientes y conjuntamente con la información obtenida de las diferentes imágenes satelitales que se han recibido, se ha intentado delimitar las zonas que han sido cubiertas por los diferentes flujos de lava que descendieron por los flancos hasta llegar, en algunos casos, al océano y los que se encuentran descendiendo hacia el interior de la caldera (Fig. 13). La delimitación de estas zonas es de carácter preliminar, ya que hasta la fecha la actividad efusiva del volcán continúa y nuevos flujos de lava podrían descender, cubriendo nuevas zonas en los flancos y al interior de la caldera.

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Figura 13. Delimitación preliminar de las zonas cubiertas por los flujos de lava que han sido emitidas hasta la fecha por la erupción del volcán Wolf. (Base Google Earth).

PR,FrV
Área de Vulcanología
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional