Uno de los objetivos principales del trabajo de los volcanólogos es tratar de dar una respuesta exacta a esta pregunta, pero esto no es algo simple. De forma muy general, se puede decir que los volcanes erupcionan cuando las fuerzas que empujan el magma hacia la superficie son superiores a las fuerzas que se oponen a su ascenso. Sin embargo, la determinación precisa de tales fuerzas y de su magnitud es algo muy complicado, y por eso el monitoreo de los volcanes se realiza más bien por la observación de los efectos relacionados con la oposición de tales fuerzas.
Dichos efectos son: