Los sismómetros son instrumentos altamente sensibles al movimiento del suelo. Esta sensibilidad les permite detectar con suma precisión el instante mismo del inicio de un sismo, así como su terminación. El ser humano no tiene una percepción tan desarrollada y sólo es capaz de percibir la parte más intensa del movimiento provocado por un sismo. Es decir, la persona reportará un tiempo de movimiento bastante menor al que reportará el sismómetro.